Debido a ello, realizamos campañas sobre las consecuencias que se podrían originar si nuestro personal se expone a la línea de fuego. El término línea de fuego representa en forma simple una exposición al peligro, el cual muchas veces no es visualizado claramente y sin embargo, involucra un alto potencial de daño asociado. Estar en la línea de fuego es el acto de interponer nuestro cuerpo o parte de él, entre, frente o bajo una fuente de energía considerablemente mayor a la que nuestro organismo puede soportar y estar expuestos puede provocarnos una lesión traumática.

Es muy importante cumplir con los controles de seguridad establecidos para cada actividad, efectuar los procedimientos escritos de trabajo seguro (PETS) para llevar a cabo una tarea de manera correcta y segura, evaluar el área antes de ejecutar cualquier actividad, realizar una inspección de 360° (visualizar adelante, atrás y a los lados) y utilizar todos los implementos de seguridad o equipos de protección, ya que estos se encuentran diseñados para un fin específico, por lo que no se debe prescindir de ninguno.

En muchas ocasiones la exposición a la línea de fuego se debe a los activadores como prisa o apuro, mayor velocidad que la adecuada; tomar atajos, obviar pasos; distracción, desviar la atención de una actividad; desconcentración, no dirigir la atención hacia la actividad que se realiza y por último, complacencia, hábitos inadecuados que minimizan los peligros.

Tomemos consciencia de nuestras acciones al realizar una tarea específica, ya que una mala acción puede conllevar a poner en riesgo tu seguridad o la de algún compañero, lo cual podría causar accidentes o daños irreparables.